miércoles, 9 de mayo de 2012

Imágenes y propaganda en la Guerra Fría







Imágenes y propaganda en la Guerra Fría




2.-¿Qué fue la Guerra Fría?


2.- ¿Qué fue la Guerra Fría?


A.- Origen del término
Documento Nº 1 El concepto Guerra Fría es de origen norteamericano. Lo inventó en 1947 el periodista Herbert B. Swope para su uso en un discurso del senador Barnard Baruch. Lo recogió otro periodista Walter Lipman que lo popularizó en una recopilación de sus artículos titulada La Guerra Fría. Estudio de la política exterior de los Estados Unidos. A finales de los años cuarenta la expresión había ganado carta de naturaleza y se utilizaba para designar al complejo sistema de relaciones internacionales de la posguerra, la pugna entre las dos superpotencias por la hegemonía mundial y la aparición de un abismo de hostilidad y temor entre los dos grandes bloques geopolíticos”  Fuente: Gil, Julio, La Guerra Fría: La OTAN frente al Pacto de Varsovia, Editorial Siglo XXI Madrid 1998. Página 7

B.- La opinión de los protagonistas de cada uno delos bloques
Documento Nº2  “La Guerra Fría es la forma procedente del agresivo comunismo mundial, de la confrontación político-espiritual y psicológico-propagandística con el mundo no-comunista. En la Guerra Fría, el comunismo mundial quiere, en primer lugar, dominar la conciencia de las masas. Por tanto, el mismo trata de que su influencia penetre en todos los ámbitos vitales de la sociedad en los Estados no-comunistas. La meta suprema de la guerra fría radica en el completo dominio, descubierto u oculto, del mundo no comunista. A tal efecto se utilizan preferentemente medios no-militares. No obstante, de vez en cuando también puede recurrirse a medios militares. Los éxitos comunistas en la Guerra Fría pueden conducir a situaciones revolucionarias”  Fuente: Manual de Temas Militares de la República Federal Alemana, Alemania Federal, 1963. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 13)

Documento Nº 3  “La Guerra Fría constituye un rumbo político agresivo que tomaron los círculos reaccionarios de las potencias imperialistas, bajo la dirección de Estados Unidos e Inglaterra, a raíz de la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 (…) La Guerra Fría esta orientada a no permitir la coexistencia pacífica entre Estados de diferentes sistemas sociales, a agudizar la tensión internacional y a crear las condiciones para el desencadenamiento de una nueva guerra mundial (…) En la práctica la política de Guerra Fría se ha hecho patente en la creación de bloques político-militares agresivos, en la carrera de armamentos, en el establecimiento de bases militares en el territorio de otros Estados, en la histeria de la guerra, en la intimidación de los pueblos amantes de la paz (…), en la desorganización de las relaciones económicas pacíficas, en los intentos de sustituir por la violencia y la dictadura las normas generalmente reconocidas de las relaciones diplomáticas entre los Estados”. Fuente: Gran Enciclopedia Soviética, Moscú 1970. (En: Pereira Castañeda, Juan, Ob. Cit., Página 16)
C.- Opinan los historiadores

Documento 4: La Guerra Fría fue un largo y complejo periodo, entre 1947 y 1991, que cambió la fisonomía de buena parte del planeta. Se trata de un conflicto global de carácter económico, político, ideológico y cultural entre dos bloques antagónicos, liderados respectivamente, por Estados Unidos y por la URSS. La Guerra Fría mantuvo un estado permanente de tensión internacional; la confrontación este-oeste no fue directa, sino que se hizo a través de terceros países en zonas próximas a los límites de ambos bloques.
Fuente: Joaquín Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Editorial Anaya, Barcelona 2002. Página 303.
Documento 5: La Guerra Fría Los cuarenta y cinco años transcurridos entre la explosión de las bombas atómicas (1945) y el fin de la Unión soviética (1991) no constituyen un periodo de la historia homogéneo y único… Sin embargo, la historia de este periodo en su conjunto siguió un patrón único marcado por la peculiar situación internacional que lo dominó hasta la caída de la URSS: El enfrentamiento constante de las dos superpotencias surgidas de la segunda guerra mundial, la denominada Guerra Fría. “La guerra no consiste sólo en batallas, o en la acción de luchar sino que es un lapso de tiempo durante el cual la voluntad de entrar en combate es suficientemente conocida” (Hobbes, capítulo 13) La guerra fría entre Estados Unidos y la URSS fue un periodo de tiempo con esas características. Generaciones enteras crecieron bajo la amenaza de un conflicto nuclear global que, tal como creían muchos, podía estallar en cualquier momento y arrasar a la humanidad. La singularidad de la guerra fría estribaba en que, objetivamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra mundial. Más aun: pese a la retórica apocalíptica de ambos bandos, sobre todo del lado norteamericano, los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la segunda guerra mundial. La URSS dominaba o ejercía una influencia preponderante en una parte del globo: la zona ocupada por el ejército rojo y otras fuerzas armadas comunistas al final de la guerra, sin intentar extender más allá su esfera de influencia por la fuerza de las armas. Los Estados Unidos controlaban y dominaban el resto del mundo capitalista, además del hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la vieja hegemonía imperial de las antiguas potencias coloniales. En contrapartida, no intervenían en la zona aceptada como hegemonía soviética La delimitación de influencias estaba clara en Europa y en Japón… La disputa por la influencia se manifestaría en los antiguos imperios coloniales, que para 1945, en el caso de Asia ya se avizoraban síntomas de desintegración. Como la orientación futura de los nuevos estados poscoloniales no estaba clara, fue en esta zona donde las dos superpotencias siguieron compitiendo en busca de apoyo e influencia durante toda la guerra fría, allí era donde resultaban más probables los conflictos armados que acabaron por estallar (Corea y Vietnam son los más característicos) … La paz se mantuvo durante la guerra fría porque a pesar de la retórica utilizada por ambas parte, ninguna de ellas estaba dispuesta a llegar al enfrentamiento directo, por tanto, una de las premisas durante este periodo era que la coexistencia pacífica entre ambas potencias era posible. … Como ejemplos claros de esta situación tenemos la Guerra de Corea en 1950-53 y la crisis de los misiles en Cuba en 1962. En ambos casos las partes no se arriesgaron a comenzar el enfrentamiento directo porque conocían los riesgos que ello significaba. En el caso de Corea, Estados Unidos participó directamente, mientras que la URSS lo hizo de manera encubierta a través de los Chinos. Esa situación la sabían los norteamericanos, pero se mantuvo en secreto porque se dedujo que lo último que quería Moscú era un enfrentamiento abierto. En la crisis de los misiles en 1962 ambas partes retrocedieron y lograron salir del problema sin verse involucrados en la guerra directa. … La URSS aprendió durante la guerra fría que los llamamientos de Estados Unidos a “hacer retroceder al comunismo” no eran más que propaganda, ya que lo que primaba realmente era el respeto a la esfera de influencia soviética Una vez que la URSS se hizo con armas nucleares, atómica 1949, hidrógeno 1953, ambas superpotencias dejaron de utilizar la guerra como arma política en sus relaciones mutuas, pues era el equivalente a un pacto suicida. Sin embargo, ambas superpotencias se sirvieron de la amenaza nuclear… la confianza de que no se utilizarían parecía estar justificada, pero al precio de desquiciar los nervios de varias generaciones. El ejemplo más significativo es la crisis de los misiles cubanos. Libro: Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998. Página 229-233
.           D.-  CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA FRÍA 
1 La tensión permanente entre los dos polos, motivada por la búsqueda del equilibrio estratégico en un mundo profundamente alterado por la Segunda Guerra Mundial y sometido a continuos cambios en la posguerra. La necesidad de una reafirmación permanente del liderazgo de las dos superpotencias, el forzado alineamiento de las demás naciones y el continuo rearme militar e ideológico, son las consecuencias más importantes de la búsqueda del equilibrio, que haya en la carrera nuclear su máxima expresión.

2. Se establece una política de riesgos calculados destinada en un primer momento a la contención de los avances del adversario y luego a disuadirle de cualquier acto hostil, pero evitando provocar un conflicto de carácter mundial. Esta política condujo a la continua aparición de puntos calientes (Corea, Berlín, Cuba, et.). Donde los bloques midieron sus fuerzas, dispuesto a volver a las negociaciones cuando los riesgos fueran excesivos para ambos. La incertidumbre ante las intenciones y la capacidad de resistencia del adversario forzaban a un continuo incremento de la capacidad ofensiva de los bloques, ya que el último riesgo a asumir, presente en los planes de los estados mayores, sería la Tercera Guerra Mundial.

3. El papel asignado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como foro de discusión entre los bloques, último recurso ante las crisis y, a la vez, escenario de la propaganda de los adversarios. Pese a los efectos negativos del veto, el Directorio Mundial que representaban los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y el creciente protagonismo de la Asamblea General y del Secretario, convirtieron a la ONU en una vital plataforma de diálogo en unos años en los que el lenguaje internacional parecía cargado de connotaciones bélicas. 
Fuente: Julio Pecharramán, La Guerra Fría, La OTAN Frente al Pacto de Varsovia, Editorial Siglo XXI, Madrid 1998.

E.- La Propaganda

         F.- Zonas calientes de la Guerra Fría

 El primer conflicto :Bloqueo de Berlín

La Conferencia de Potsdam celebrada entre el 17 de junio y el 2 de agosto de 1945, ratificó la partición de Alemania entre las cuatro potencias vencedoras. Berlín no era considerado parte de Alemania, ni de la occidental ni de la oriental, sino que se encontraba oficialmente bajo el régimen de las cuatro aliados victoriosos de la Segunda Guerra Mundial. Los soviéticos ocupaban un gran
sector de la parte oriental de la ciudad, los norteamericanos tenían un sector en el sur, los británicos en el oeste y los franceses en el norte. En estas circunstancias, Berlín había sido dividida en cuatro zonas de ocupación y se hallaba situada en el corazón de la zona de ocupación soviética.

Las crecientes discrepancias entre los antiguos aliados hicieron de la cuestión de Berlín uno de los temas clave de la Guerra Fría. Abandonadas las negociaciones para acordar un status político común para la Alemania, los representantes de EE.UU., Gran Bretaña y Francia se reunieron y firmaron los Acuerdos de Londres (abril-junio de 1948) para iniciar un proceso constituyente en sus zonas de ocupación.
El 18 de junio de 1948, los aliados occidentales dieron un paso más, creando una nueva moneda para sus zonas de ocupación: el Deutschemark. Los soviéticos reaccionaron aplicando una reforma en su zona en la que incluyeron a la ciudad de Berlín, a la que consideraban parte integrante de la zona soviética. Cuando los occidentales trataron de introducir el Deutschemark en sus zonas de ocupación de Berlín, las protestas soviéticas se tornaron en actos: se inició el “Bloqueo de Berlín”. Mediante la interrupción de toda comunicación terrestre entre las zonas de ocupación occidentales y Berlín occidental. Como señala Charles Zorgbibe, el 24 de junio, con el pretexto de restaurar algunos puentes sobre el Elba, queda suspendida la circulación en la autopista, los ferrocarriles y los canales que unían Berlín con la Alemania del oeste.[1] El factor principal que permitió que se llevara a cabo el bloqueo de Berlín por parte de la Unión soviética estuvo dado, esencialmente a partir del hecho que entre las cuatro potencias ocupantes nunca se habían negociado acuerdos acerca del acceso a Berlín, no se habían convenido explícitamente los mecanismos de paso.[2]
Según la perspectiva soviética, la que nosotros conocemos a través del Compendio de Historia de la URSS (1966), las razones del bloqueo se explican esencialmente a partir de la conducta de las potencias occidentales, al poner fin a los acuerdos de Potsdam, referidos al control cuatripartito de Alemania. Esta situación se habría manifestado en la aplicación de la reforma monetaria llevada a cabo separadamente en junio de 1948. “El 20 de junio se anunció inesperadamente la reforma monetaria separada en las tres zonas occidentales, preparada secretamente. Los viejos marcos alemanes, desvalorizados fluyeron inmediatamente a Alemania Oriental, creando el peligro de causar enorme daño a la economía de esta zona. Ante ello las autoridades soviéticas tuvieron que adoptar medidas urgentes. Con el objeto de cerrar el paso a los especuladores se instauró el control de mercancías y viajeros procedentes de Alemania Occidental. La administración militar soviética dispuso que se le encargara de todo el abastecimiento de Berlín Occidental, en lo que a víveres se refería, para que la población no sufriera privaciones. Pero las autoridades de ocupación occidental se opusieron a ello”.[3]
 Desde esta perspectiva, “el puente aéreo” organizado por los Estados Unidos habría sido una mera maquinaria propagandística, ya que era innecesario, pues, la Unión Soviética había estado presta a ofrecer el abastecimiento al Berlín Occidental.
Ante el bloqueo de Berlín la reacción occidental no se hizo esperar. Los norteamericanos, con una pequeña ayuda británica, organizaron un puente aéreo que durante once meses y mediante más de 275.000 vuelos consiguió abastecer a la población sitiada. Al mismo tiempo, la Casa Blanca hacía saber al Kremlin que no dudaría en usar la fuerza para hacer respetar los “corredores aéreos” que unían Berlín con la Alemania occidental. En este momento la crisis de Berlín se convierte en un típico conflicto de la Guerra Fría. En él, ambas partes midieron su fuerza y decisión. Los soviéticos midieron la voluntad occidental, mientras que los EEUU dieron prueba de firmeza. Rehusaron abandonar Berlín, pero no hicieron ningún gesto directamente agresivo contra la URSS.[4] En efecto, este tipo de ofensivas y reacciones se seguirá repitiendo durante toda la Guerra Fría. Cada una de las partes barajó un conjunto de riesgos calculados, procurando dar pie atrás cada vez que el riesgo de un conflicto abierto y directo estuvo próximo a suscitarse.
El 12 de mayo de 1949, Stalin levantó el bloqueo de Berlín. Pero la división definitiva de la ciudad ya había comenzado a tomar forma. El 8 de mayo de 1949 se adoptó la ley fundamental de la futura República Federal de Alemania. Esta constitución estableció un sistema liberal democrático y contó con el visto bueno de las potencias occidentales. En Septiembre de aquel mismo año, Konrad Adenauer fue elegido su Canciller. Por su parte, la URSS, respondió el 7 de octubre de 1949, con la proclamación de la constitución de la República Democrática de Alemania, un estado creado siguiendo el modelo de las “democracias populares”. Terminada la crisis, la indefinición respecto de la autoridad legal acerca del acceso a Berlín siguió siendo igual de indefinida, ya que nunca se llevaron a cabo acuerdos entre las partes.
Esta partición de Alemania era la concreción en el corazón de Europa de la división bipolar del mundo: sólo unos días antes, el 4 de abril de 1949, se firmaba en Washington el Tratado del Atlántico Norte, con el que se emprende el último paso para consolidar los bloques, ahora desde el punto de vista militar.
            G.- El temor a la guerra nuclear

Una de las características de la Guerra Fría fue el fortalecimiento de la carrera de armamentos. Cada una de las dos principales potencias se preocuparon de acrecentar sus arsenales bélicos y especialmente los nucleares. En el año 1945, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagazaki fueron utilizadas en combate las primeras bombas atómicas. A partir de entonces, EEUU realizó mejoras en el potencial de sus bombas. En 1952 hizo explotar una bomba de Hidrógeno, con un poder destructivo mil veces superior a las utilizadas en 1945. En 1949 la Unión Soviética fabricó su primera bomba atómica y en 1953 su primera bomba de hidrógeno. Posteriormente consiguieron fabricar armas atómicas Francia, Gran Bretaña, China y la India. Cualquiera de esos países estaba en condiciones de utilizar el arma atómica y causar destrucciones inmensas a un posible enemigo. Como el mundo estaba dividido en bloques, todo ataque nuclear hubiera causado la respuesta del bloque contrario y una serie de reacciones en cadena que hubieran llegado a acabar con la existencia humanaSi bien es cierto, desde hoy resulta fácil afirmar que ninguna de las partes en disputa (EEUU – URSS), estaba dispuesta a llevar a cabo una confrontación directa de carácter nuclear, el temor a ese tipo de enfrentamiento fue real, y así podrán comprobarlo a partir de los diversos documentos que analizarán a continuación.

Aprender a vivir con la Bomba.
¡Usted puede sobrevivir!. Usted puede sobrevivir a un ataque con bombas atómicas y no le hará falta equipos especiales, ni ropa de protección, ni un adiestramiento especial para lograrlo (…) ¿Cuáles son sus posibilidades? Si una moderna bomba cae sobre su ciudad sin previo aviso esta misma noche, sus posibilidades de sobrevivir serían aproximadamente éstas: si Ud. Fuera uno de los desafortunados que se encontraba justamente debajo de la bomba, no hay prácticamente esperanzas de sobrevivir. De hecho, en cualquier lugar a media milla del centro de la explosión sus posibilidades son de 1 sobre 10. por otra parte, y esto es muy importante, de media milla a una milla de distancia del centro, sus posibilidades son de 50 por ciento. De una milla a una y media, la posibilidad de morir es sólo de 15 por ciento. Y en todos los puntos que distan desde la milla y media a las dos millas, las muertes descienden muchísimo, hasta sólo 2 o 3 de cada 100. más allá de las dos millas, la explosión no causará casi ningún fallecimiento. Naturalmente sus posibilidades de ser herido son mucho mayores que las de resultar muerto. Pero hasta las heridas por radioactividad no significan que Usted quede lisiado o condenado a una muerte temprana. Sus probabilidades de conseguir una plena recuperación son más o menos iguales a las de los accidentes cotidianos. Estas estimaciones son válidas ara bombas atómicas modernas lanzadas sin aviso.No se deje engañar por habladurías irresponsables sobre “super-super bombas” (…)Fuente: Folleto repartido por el gobierno norteamericano en las escuelas, 1950-1951. (En: Francisco Veiga, La Paz Simulada, 1941-1991, Alianza Editorial, Madrid 1998)
La carrera de armamentos
El régimen de Brezhnev (Secretario General del Partido Comunista de la URSS entre 1964-1982), había empezado a arruinarse solo al emprender un programa de armamento que elevó los gastos en defensa en un promedio anual de 4 a 5% durante los 20 años posteriores a 1964. La carrera había sido absurda, aunque le proporcionó a la URSS la satisfacción de poder decir que había alcanzado la paridad con los Estados Unidos en lanzadoras de misiles en 1971, y una superioridad del 25% en 1976. Hasta el pequeño arsenal atómico soviético había disuadido a los Estados Unidos durante las crisis de Cuba, y hacia tiempo que ambos bandos podían convertir el uno al otro en un montón de escombros…Otra consecuencia de la guerra fría fue haber llenado al mundo de armas. Ese fue el resultado de cuarenta años de competencia constante entre los grandes Estados industriales por armarse a sí mismos para una gran guerra que podía estallar en cualquier momento; Cuarenta años en que las superpotencias compitieron por ganar amigos e influencias repartiendo armas por todo el planeta, por no hablar de cuarenta años de conflicto de baja intensidad con estallidos esporádicos de guerras de importancia. Libro: Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998. Página 250-251
La paz asegurada por el equilibrio del terror
 (Tras la Segunda Guerra Mundial) La situación hacia prever un tercer conflicto mundial, pero éste no se produjo. La explicación de esto va ligada a la introducción de un factor radicalmente nuevo en las relaciones internacionales: gracias a los más sorprendentes progresos tecnológicos que la historia humana jamás haya conocido, se ha sobrepasado por primera vez el límite de destrucción total. Cada una de las dos potencias hostiles, posee la capacidad de destrucción casi completa de su adversario, pero no tienen ningún medio para impedir que dicho adversario lo destruya a su vez totalmente. Aunque uno de los dos atacase primero, el otro conservaría los suficientes medios de represalia, gracias a la dispersión de las bases, a los submarinos equipados, etc., para destruir casi por completo al agresor. Así se llegó a la siguiente situación1. El empleo de la fuerza como último recurso de la política ya no tiene ningún sentido, puesto que este último recurso equivaldría a un suicidio colectivo. 2. En consecuencia las armas ya no se fabrican para ganar la guerra sino para disuadir al adversario de hacerla. 3. Esta situación de paz por el terror mutuo sería tranquilizadora para la humanidad si estuviera segura de que los responsables de los dos Grandes actuarán siempre de modo racional. Por desgracia, el acto de locura, el accidente que desencadenaría un cataclismo sin precedentes en la historia de la humanidad, no queda absolutamente descartado. 4. Por otra parte, tan sólo los grandes están casi completamente protegidos por este riesgo total. Probablemente sus aliados lo están, pero con menos certidumbre. Los otros pueden aun tener entre ellos conflictos armados convencionales en la medida en que estos conflictos armados queden localizados. Pero en cuanto un conflicto local corra el riesgo de quedar englobado en el conflicto Este-Oeste, se le bloquea inmediatamente (Ej. Suez) Lo singular es que las dos grandes potencias se auto limitan por temor al Apocalipsis .Libro: Duroselle, Jean, Europa de 1815 a nuestros días, vida política y relaciones internacionales, Editorial Labor, S.A., Barcelona 1978. Páginas 106-112
Exhortación del Papa Juan XXIII para trabajar por la Paz y evitar la III Guerra Mundial.
A los venerables hermanos Patriarcas, Primados, Arzobispos, Obispos y otros Ordinarios en paz y comunión con la Sede Apostólica, al clero y fieles de todo el mundo y a todos los hombres de buena voluntad. La carrera de armamentos y el desarme109. Vemos, con gran dolor, cómo en las naciones económicamente más desarrolladas se han estado fabricando, y se fabrican todavía, enormes armamentos, dedicando a su construcción una suma inmensa de energías espirituales y materiales. Con esta política resulta que, mientras los ciudadanos de tales naciones se ven obligados a soportar sacrificios muy graves, otros pueblos, en cambio, quedan sin las ayudas necesarias para su progreso económico y social. 110. La razón que suele darse para justificar tales preparativos militares es que hoy día la paz, así dicen, no puede garantizarse sí no se apoya en una paridad de armamentos. Por lo cual, tan pronto como en alguna parte se produce un aumento del poderío militar, se provoca en otras una desenfrenada competencia para aumentar también las fuerzas armadas. Y si una nación cuenta con armas atómicas, las demás procuran dotarse del mismo armamento, con igual poder destructivo. 111. La consecuencia es clara: los pueblos viven bajo un perpetuo temor, como si les estuviera amenazando una tempestad que en cualquier momento puede desencadenarse con ímpetu horrible. No les falta razón, porque las armas son un hecho. Y si bien parece difícilmente creíble que haya hombres con suficiente osadía para tomar sobre sí la responsabilidad de las muertes y de la asoladora destrucción que acarrearía una guerra, resulta innegable, en cambio, que un hecho cualquiera imprevisible puede de improviso e inesperadamente provocar el incendio bélico. Y, además, aunque el poderío monstruoso de los actuales medios militares disuada hoy a los hombres de emprender una guerra, siempre se puede, sin embargo, temer que los experimentos atómicos realizados con fines bélicos, si no cesan, pongan en grave peligro toda clase de vida en nuestro planeta.