lunes, 21 de octubre de 2019

Cultura y contracultura en occidente

SOCIEDADES DE LOS PAISES DESARROLLADOS: Cultura y Contracultura

Definiciones de contracultura


El concepto de contracultura fue acuñado para dar cuenta del conjunto de valores y formas de vida alternativos propuestos en los años sesenta por grupos juveniles, que cuestionaban así los convencionalismos culturales de las mayorías. Afectaba, entre otras cosas, a la organización económica de la sociedad, a las relaciones sexuales, a las manifestaciones estéticas, al uso de estupefacientes y, en general, a todas aquellas conductas que, de una u otra forma, rechazaban los fundamentos de la sociedad capitalista.”
“El término contracultura, (…) es un término que ayuda a entender la desilusión de los jóvenes de esa época acerca del control de la cultura parental y de la falta de deseo de no querer formar parte de la máquina de la sociedad. (…)[Debe entenderse] también como una manera suave de atacar a las instituciones que representan el sistema dominante y reproductor como son la familia, la escuela, los medios y el matrimonio.
En la actualidad, el término contracultura es utilizado para hacer referencia a aquellas acciones o actividades que tratan de salir de los estándares. Bajo esta lógica, diferentes grupos de jóvenes lo utilizan para hacer hincapié en la diferencia y en la propuesta de nuevas visiones y perspectivas.”
[Ascensión Barañano “Diccionario de Relaciones Interculturales: Diversidad y Globalización” Ed. UCM, Madrid. 2007]

“Roszak (profesor de historia de la Universidad Estatal de California, en 1970) (…) deja claro que la contracultura es una sublevación juvenil y se opone, ante todo, al reduccionismo de la ciencia y la tecnología. Los jóvenes, en especial los que gozaban de cierta cultura, odiaban, a su parecer, la dirección hacia la que apuntaba la sociedad tecnocrática, y su protesta adoptó la forma de un estilo de vida alternativo. Era una encarnación de las contradicciones culturales del capitalismo. Para el autor, la contracultura constaba de cinco elementos: una serie de psicologías alternativas, la filosofía (mística) oriental, las dorgas, la sociología revolucionaria y la música rock. Juntos, se suponía que estos elementos debían proporcionar una base variable para un estilo de vida diferente al de la sociedad tecnocrática, del estilo al que se hacía en las comunas de uno u otro tipo, lo que ayudaba al mismo tiempo a contrarrestar la alienación de la vida «normal». Ente otros aspectos de la contracultura, se hallaban las universidades libres, las clínicas libres, las «conspiraciones alimentarias» (para ayudar a los pobres), imprentas clandestinas y familias «tribales».
Se cuestionaba todo -observa Roszak- : la familia, el trabajo, la enseñanza, el éxito, la educación de los hijos, las relaciones entre hombres y mujeres, la sexualidad, el urbanismo, la ciencia, la tecnología, el progreso. Los medios de la riqueza, el significado del amor, de la vida… todo necesitaba someterse a evaluación. ¿Qué es la cultura? ¿Quién decide los que es «excelencia»?, ¿y «conocimiento» o «razón»?” (pág. 638)
[Peter Watson “Historia intelectual del siglo XX” Ed. Crítica, Barcelona. 2007]

Movimientos de los ‘60


“Los años de la década del ’60 marcaron la emergencia de movimientos en el seno de la sociedad civil que iban más allá de los ámbitos y maneras de actuación tradicional de los partidos políticos. Movimientos juveniles y estudiantiles en contra de la estructura familiar y societal, demandando intervenir en la gestión y el control del Estado fuera de las estructuras partidarias; movimientos feministas, insertando la problemática de género y demandando la igualdad de la mujer; movimientos ecologistas, defendiendo el ambiente de su rápida degradación como resultado del incremento industrial; movimientos de gays y lésbicas, demandando políticas de Estado, que permitan no sólo el ejercicio pleno de todos los derechos ciudadanos sin discriminación de ninguna clase-incluidos los inmanentes a las opciones sexuales-sino de la protección de esos derechos contra los prejuicios y las intolerancias; locatarios urbanos organizados, demandando políticas habitacionales al Estado; movimientos pacifistas contra las guerras, como la de Vietnam; movimientos de negros, demandando al Estado políticas de igualdad y fin de la discriminación política y social; etcétera.” (pág. 289)
[Gladys S. Benegas Cristaldo,Alejandro Vial “Cultura política, sociedad civil y participación ciudadana: El caso paraguayo”]

Movimiento Hippie

            “Hacia 1966-67, y dentro del contexto de la guerra de Vietnam y las protestas juveniles, nació en California la “cultura de la flores”. Los jóvenes buscaban formas de vida más naturales y a un tiempo más primitivas, en que convivían un deseo de simplicidad y un respeto exquisito por la naturaleza, con el desbordamiento incontrolado de los instintos y el uso de las drogas. De aquí nacería el movimiento “hippie”, que se iría extendiendo en diversas variedades por el mundo occidental. Los “hippies” se dejaban crecer largas melenas, vestían atuendos descuidados y al mismo tiempo llamativos, de colores chillones, y usaban pulseras y collares imitados de las culturas africanas. Se consideraban portadores de una “contracultura”, o cultura contraria a la de los “burgueses” convencionales, aunque para muchos era evidente que el movimiento “hippie”, con sus modales obligatorios e imitados industrialmente no dejaban de construir otra forma de convencionalismo. Los “hippies” dieron, aunque no siempre, en organizarse en comunas, viviendo de una forma sencilla y barata de la pequeña artesanía, sin normas sociales o  morales, en medio de una absoluta o casi absoluta anarquía y promiscuidad. De ahí sus curiosas relaciones tanto con los anarquistas como, por otra parte, con los ecologistas. Muchos de ellos destrozaron sus vidas con las drogas, aunque hubo colonias de “hippies” que trataron de buscar formas de comportamiento más sanas. Siempre presumieron de pacifistas, aunque tampoco perdieron ocasión de molestar a la sociedad “burguesa” y “establecida”. El movimiento “hippie” tuvo una importancia grande a finales de los años 60 y durante los 70. La gigantesca concentración de Woodstock, que reunió en una finca a 400.000 “hippies” de todo el mundo fue la más espectacular demostración del movimiento”. [pp.178-179; en José Luis Comellas, “Historia breve del mundo reciente. 1945-2004”. Ed. RIALPS s.a., Madrid, 2005.]

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                “Fruto del descontento con respecto al orden establecido fue también el movimientohippie. El término viene de hip, una voz derivada del argot del jazz negro que significa “experimento” o “sabio”.
El antecedente de este movimiento debemos buscarlo en la Beat Generation. En EE.UU., a comienzos de los años 50, en plena Guerra Fría, un grupo de novelistas y poetas comenzó a reunirse para leer sus obras, deambular por los barrios bohemios de San Francisco y Nueva York y emprender largos recorridos por los caminos americanos. (...).
            La revolución hippie se produjo, sobre todo, en el ámbito de las costumbres, con la sustitución de la familia por la comuna. Esta era una asociación en la que reinaba la libertad, el mutuo acuerdo y el amor libre. En la comuna no existían las jerarquías o el concepto de propiedad privada, todo era de todos, incluso los hijos. Se produjo un giro copernicano en la concepción tradicional de la sexualidad; las relaciones sexuales se convirtieron en la expresión natural de los afectos y en una fuente de placer. En interés por el propio cuerpo desembocó en la búsqueda de la felicidad, en el sentido de reposo espiritual, armonía interior, yoga, etc. (...).
            La juventud de los 60 dirigió sus ojos y su espíritu a Oriente, a civilizaciones que tenían un concepto diferente de la vida y del ser humano, lejos del rígido racionalismo de la sociedad occidental. Muchos jóvenes peregrinaron, lejos del rígido racionalismo al Tíbet, al Machu Pichu,  Túnez o a Marruecos en busca de alternativas espirituales. Las civilizaciones maya, azteca e inca les dieron a conocer formas de comunicación no verbal y telepática, a través del uso del peyote o de los hongos sagrados. La impronta religiosa impregnó siempre el universo hippie (...). La comunicación con la naturaleza revistió muchas veces en carácter místico. Defendieron la paz, rindieron culto a la pobreza y se identificaron con los oprimidos y olvidados: negros, indios, colonizados, etc.
Otros elementos que definieron este movimiento fueron la pasión por la música y el consumo de drogas. El rock and roll (fusion de ritmos: el blues y el country) desplazó al jazz y adquirió un protagonismo decisivo, convirtiéndose en al expresión de una nueva forma de vida caracterizada por el inconformismo. The Rolling Stones, The Soft Machine, The Doors, solistas como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Lou Reed, Bob Dylan o Joan Baez eran símbolo de esta época, de la que ellos se hicieron portavoces.
            El movimiento hippie desapareció a comienzos de los  80. El sistema, el consumismo y la sociedad de bienestar terminaron dirigiendo y domesticando los elementos subversivos delhippismo. Anulados como alternativa política, fueron reducidos a una simple moda. Pero algunas de sus aportaciones perduran hoy día: la preocupación por la libertad, el derecho al uso del propio cuerpo, la revalorización de la naturaleza y la búsqueda de la nueva vida”.

[pp. 40.42, en : Patricia Bandenes Salazar, “La estética en la barricadas: Mayo del 68 y la creación artística”. Ed. Universitat Jaume I, Castellón, 2006] 

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