Unidad 1: un mundo
bipolar. Tema: consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
1) El siguiente texto contiene una interpretación de la Segunda Guerra
Mundial. Sobre el realizar las siguientes tareas:
a) Seleccionar 5 palabras
claves contenidas en el texto.
b) Colocar un título
representativo.
c) ¿Qué temas se reconocen en
este texto?
“En la guerra
mundial de los años cuarenta la intervención directa o indirecta de la mayoría
de las naciones le imprimió su auténtico sentido. Los bloques enfrentados se dividieron
en “aliados”, con EE:UU:, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Holanda, Polonia,
Checoslovaquia, Noruega, Yugoslavia y Grecia, más sus colonias y otras ayudas
colaterales como la Commonwealth. Frente a ellos, el “Eje” lo formaban ocho
naciones: Alemania, Japón, Italia, Austria, Rumania, Bulgaria y Finlandia,
sumadas a las minorías étnicas alemanas en los países europeos. La URSS se
sumaría al bando aliado al igual que China.
El escenario de la guerra fue también por primera vez
mundial. Europa y Asia acusaron los mayores efectos. Pero las operaciones
militares alcanzaron también a Africa y Oceanía, e incluso se registraron
algunas acciones navales en Sudamérica.
La entidad y la dimensión de las alianzas que acabamos de
reseñar ayudan a entender la proporción cuantiosa de los daños que causó la
guerra. La repercusión de éstos puede ser examinada en diversos campos: la
pérdida de vidas, las destrucciones económicas, las correcciones fronterizas,
los desplazamientos de población o las consecuencias políticas y sociales del
desastre.
El enfrentamiento armado y el expansionismo territorial
se llevarían a cabo envueltos en un velo de significación ideológica según el
cual desde el Eje se luchaba por un orden nuevo que sustituyera al corrupto
sistema liberal y detuviera el peligro comunista. Desde el campo aliado
occidental se puso el énfasis en la defensa de valores políticos como la
libertad y la desigualdad, que había hecho suyos la revolución burguesa. En
cuanto a la URSS, además de defenderse de la agresión nazi, sus aspiraciones en
la contienda se centraban en consolidar su existencia, acabar con el fascismo y
afirmarse frente al acoso del capitalismo.
Esta ideologización, impregnada de “nobles” aspiraciones,
no impidió el comportamiento bárbaro y sin contemplaciones de casi todos los
contendientes, que infligieron sobre todo a Europa un descalabro histórico. La
puesta en escena de los más refinados y mortíferos sistemas de destrucción, el
ataque y acoso a la población civil, o la supeditación más absoluta del orden
de retaguardia a los planes de los Estados Mayores militares, calificaron el
conflicto por encima de cualquier intención teórica. Los acuerdos de las
convenciones de Ginebra o La Haya que incluían para el caso de guerra el
respeto a la población civil, a los prisioneros o a los habitantes de los
países ocupados, fueron violados sistemáticamente entre 1939 y 1945, de forma
muy señalada por los ejércitos del Eje, pero también por sus enemigos.
A pesar de las pavorosas cifras de muertos y heridos que
se derivaron de semejante comportamiento, éstas pudieron haber sido incluso
mayores si no hubiera coincidido la guerra con un encomiable esfuerzo
médico-sanitario, y con descubrimientos decisivos como la penicilina
(desarrollada desde 1942), que llegaron a tiempo de poner algún remedio a tanta
pérdida.,
Finalmente, por primera vez en la larga crónica de
enfrentamientos militares, la lista de muertos y heridos civiles supera a la de
soldados en la casi totalidad de las naciones”.
[Tomado de García de
Cortázar, Fernado y Lorenzo Espinosa, José María, Historia del mundo actual.
1945-1995. 1996. Alianza Editorial]
2) Algunas consecuencias
inmediatas de la Segunda Guerra Mundial:
Completar
información sobre los siguientes tópicos:
a) Muertos, heridos,
desaparecidos:
............................................................................................
b) Racismo, campos y
deportaciones:
..........................................................................................
c) Economía y destrucción:
..........................................................................................................
d) Beneficios y beneficiados:
......................................................................................................
e) Cambios
políticos:...................................................................................................................
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3) Tema: Consecuencias de la 2ª
Guerra Mundial: El genocidio de los nazis
Rudolph F. Höss, vinculado a la dirección de los
campos de exterminio, firmó la siguiente declaración ante el tribunal de
Nüremberg, que le condenó a muerte.
“El que suscribe, Rudolph Franz F. Höss, declaro bajo
juramento lo que sigue:
1.-Tengo 46 años y
soy miembro del Partido Nazi (NSDAP) desde 1922; de las SS desde 1934. Desde
1934 formo parte del grupo “Cabezas de la Muerte”.
2.- Desde 1934 he sido
funcionario de la administración de los campos de concentración. Permanecí en
la dirección de Auschiwitz hasta el primero de diciembre de 1943, y estimo que
fueron ejecutadas y exterminadas allí por el gas y las llamas unas 2.500.000
víctimas; otras 500.000 muerieron de hambre y diversas enfermedades, con lo
cual resultó una cifra total de unos 3.000.000 de muertos. Dicha cifra
representa aproximadamente el 70 u 80 % de las personas que fueron enviadas a
Auschwitz en calidad de prisioneros; el resto fue seleccionado y empleado en
trabajos forzados en los establecimientos industriales de los campos de concentración.
Entre las personas ejecutadas y quemadas se contaban unos 20.000 prisioneros de
guerra rusos (que habían sido previamente seleccionados por la Gestapo en los
campos de prisioneros de guerra) y habían sido destinados, en Auschwitz, a los
transportes de la Wermacht. El resto de víctimas hasta el total enumerado lo
constituyen unos 100.000 judíos de Alemania y un número considerable de súbditos, en su mayoría judíos, de
Holanda, Francia, Bélgica, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Grecia y otros países.
Sólo en Auschwitz fueron exterminados por nosotros unos 400.000 judíos húngaros
durante el verano de 1944.
3.-
Las ejecuciones en masa por gas empezaron en el curso del verano de 1941 y se
prolongaron hasta el otoño de 1944. Yo controlaba personalmente las ejecuciones
en Auschwitz, hasta 1943, y fue en el período de mi servicio de inspector de
los campos de concentración cuando se efectuaron estas ejecuciones en masa como
he dicho.
4.- Por solución
final se entendía el exterminio de todos los judíos de Europa. Yo tenía
orden de dejar en disposición de funcionar los procedimientos de exterminio de
Auschwitz, el mes de junio de 1941. En aquel momento existían ya otros 3 campos
de exterminio en Belzec, Treblinka y Wolzec. Yo había visitado el de Treblinka
con el objeto de ver la forma en que allí se llevaba a cabo el exterminio. El
comandante del campo me dijo que había liquidado 80.000 personas en 6 meses.
Había tenido que ocuparse especialmente de la liquidación de los judíos del
gueto de Varsovia. Había empleado gas monóxido y, en su opinión, sus métodos no
eran muy eficaces. Así pues, una vez mandados construir los edificios de
exterminio, decidí emplear el Ciclón B, ácido prúsico cristalizado que
introducíamos en la cámara de gas por una pequeña hendidura. Para matar a las
personas que había dentro de la cámara de gas se requerían de 3 a 15 minutos,
según las condiciones climatológicas. Notábamos que habían muerto porque habían
cesado los estertores. Habitualmente esperábamos media hora a abrir las puertas
con el objeto de sacar los cadáveres. Una vez afuera, nuestro comando especial
se apoderaba de los anillos y dentaduras de oro de los cadáveres.
5.- Otra mejora
introducida en los métodos, si los comparamos con los de Treblinka, consistió
en la construcción de cámaras de gas para 2.000 personas, mientras las de
Treblinka sólo podían contener 200 cada una. Nuestro método para seleccionar
las víctimas era el siguiente: en Auschwitz, dos médicos de la SS tenían la
misión de examinar las expediciones de prisioneros a su llegada. Se les hacía
desfilar por delante de uno de aquellos médicos, el cual, por medio de una
señal, indicaba su decisión. Los que se consideraban aptos para el trabajo se
mandaban a los campos; los demás eran conducidos inmediatamente a los lugares
de exterminio. Los niños pequeños eran exterminados sin excepción, ya que por
su edad eran incapaces de trabajar. Un progreso más en comparación con
Treblinka: las víctimas de Treblinka sabían casi siempre que iban a ser
exterminadas, mientras que en Auschwitz bromeábamos con ellas haciéndoles creer
que se las iba a someter a un tratamiento para despiojarles. Como es natural,
con frecuencia llegaban a descubrir nuestras verdaderas intenciones, y en
consecuencia tuvimos que sofocar revueltas y enfrentarnos con muchas
dificultades. Muchas mujeres intentaban ocultar a sus hijos bajo sus
vestiduras, pero siempre que eran descubiertos los mandábamos a las cámaras de
gas igual que a los otros. Hubiera sido preciso efectuar secretamente estos
exterminios, pero el mal olor y la peste nauseabunda, producto de la continuada
combustión de los cuerpos, se esparcieron por toda la región, hasta el punto de
que los habitantes de las poblaciones de los alrededores sabían muy bien cuándo
tenían lugar los exterminios en Auschwitz.
6.- De vez en
cuando llegaban a la oficina local de la Gestapo prisioneros especiales.
Los médicos de las SS los hacían ejecutar mediante inyecciones de bencina. Los
médicos tenían orden de llenar papeletas de defunción regulares y podían hacer
constar en ellas a su antojo cualquiera enfermedad como causante de la muerte.
7.- También de vez
en cuando se realizaban experimentos médicos con los prisioneros; entre ellos,
la esterilización y experiencias relativas al cáncer. La mayoría de personas
que morían a consecuencia de tales experimentos habían sido previamente
condenados a muerte por la Gestapo. [...]
Todo lo consignado es cierto, y mi declaración ha sido
hecha voluntariamente y sin coerción. Leída la declaración, la firmo y avalo en
Nüremberg, Alemania, el 5 de abril de 1946”.
[Tomado de Fernando
Martínez Rueda y Mikel Urquijo Gotilla, Materiales para la historia del
mundo actual. T. 1, pp.37-39]
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