SOCIEDADES
DE LOS PAISES DESARROLLADOS: Cultura y Contracultura
Definiciones de contracultura
“El
concepto de contracultura fe acuñado para dar cuenta del conjunto de valores y
formas de vida alternativos propuestos en los años sesenta por grupos juveniles,
que cuestionaban así los convencionalismos culturales de las mayorías.
Afectaba, entre otras cosas, a la organización económica de la sociedad, a las
relaciones sexuales, a las manifestaciones estéticas, al uso de estupefacientes
y, en general, a todas aquellas conductas que, de una u otra forma, rechazaban
los fundamentos de la sociedad capitalista.”
“El
término contracultura, (…) es un término que ayuda a entender la desilusión de
los jóvenes de esa época acerca del control de la cultura parental y de la
falta de deseo de no querer formar parte de la máquina de la sociedad. (…)[Debe
entenderse] también como una manera suave de atacar a las instituciones que
representan el sistema dominante y reproductor como son la familia, la escuela,
los medios y el matrimonio.
En la actualidad, el término
contracultura es utilizado para hacer referencia a aquellas acciones o
actividades que tratan de salir de los estándares. Bajo esta lógica, diferentes
grupos de jóvenes lo utilizan para hacer hincapié en la diferencia y en la
propuesta de nuevas visiones y perspectivas.”
[Ascensión Barañano “Diccionario de
Relaciones Interculturales: Diversidad y Globalización” Ed. UCM, Madrid.
2007]
“Roszak
(profesor de historia de la Universidad Estatal de California, en 1970) (…)
deja claro que la contracultura es una sublevación juvenil y se opone, ante
todo, al reduccionismo de la ciencia y la tecnología. Los jóvenes, en especial
los que gozaban de cierta cultura, odiaban, a su parecer, la dirección hacia la
que apuntaba la sociedad tecnocrática, y su protesta adoptó la forma de un
estilo de vida alternativo. Era una encarnación de las contradicciones
culturales del capitalismo. Para el autor, la contracultura constaba de cinco
elementos: una serie de psicologías alternativas, la filosofía (mística)
oriental, las dorgas, la sociología revolucionaria y la música rock. Juntos, se
suponía que estos elementos debían proporcionar una base variable para un
estilo de vida diferente al de la sociedad tecnocrática, del estilo al que se hacía
en las comunas de uno u otro tipo, lo que ayudaba al mismo tiempo a
contrarrestar la alienación de la vida «normal». Ente otros aspectos de la
contracultura, se hallaban las universidades libres, las clínicas libres, las
«conspiraciones alimentarias» (para ayudar a los pobres), imprentas
clandestinas y familias «tribales».
Se cuestionaba todo -observa Roszak- : la familia, el trabajo, la
enseñanza, el éxito, la educación de los hijos, las relaciones entre hombres y
mujeres, la sexualidad, el urbanismo, la ciencia, la tecnología, el progreso.
Los medios de la riqueza, el significado del amor, de la vida… todo necesitaba
someterse a evaluación. ¿Qué es la cultura? ¿Quién decide los que es
«excelencia»?, ¿y «conocimiento» o «razón»?” (pág. 638)
[Peter Watson “Historia
intelectual del siglo XX” Ed. Crítica, Barcelona. 2007]
Movimientos de los ‘60
“Los
años de la década del ’60 marcaron la emergencia de movimientos en el seno de
la sociedad civil que iban más allá de los ámbitos y maneras de actuación tradicional
de los partidos políticos. Movimientos juveniles y estudiantiles en contra de
la estructura familiar y societal, demandando intervenir en la gestión y el
control del Estado fuera de las estructuras partidarias; movimientos
feministas, insertando la problemática de género y demandando la igualdad de la
mujer; movimientos ecologistas, defendiendo el ambiente de su rápida
degradación como resultado del incremento industrial; movimientos de gays y
lésbicas, demandando políticas de Estado, que permitan no sólo el ejercicio
pleno de todos los derechos ciudadanos sin discriminación de ninguna
clase-incluidos los inmanentes a las opciones sexuales-sino de la protección de
esos derechos contra los prejuicios y las intolerancias; locatarios urbanos
organizados, demandando políticas habitacionales al Estado; movimientos
pacifistas contra las guerras, como la de Vietnam; movimientos de negros,
demandando al Estado políticas de igualdad y fin de la discriminación política
y social; etcétera.” (pág. 289)
[Gladys S. Benegas Cristaldo,Alejandro
Vial “Cultura política, sociedad civil y participación ciudadana: El caso
paraguayo”]
Movimiento Hippie
“Hacia 1966-67, y dentro del
contexto de la guerra de Vietnam y las protestas juveniles, nació en California
la “cultura de la flores”. Los jóvenes buscaban formas de vida más naturales y
a un tiempo más primitivas, en que convivían un deseo de simplicidad y un
respeto exquisito por la naturaleza, con el desbordamiento incontrolado de los
instintos y el uso de las drogas. De aquí nacería el movimiento “hippie”, que
se iría extendiendo en diversas variedades por el mundo occidental. Los
“hippies” se dejaban crecer largas melenas, vestían atuendos descuidados y al
mismo tiempo llamativos, de colores chillones, y usaban pulseras y collares
imitados de las culturas africanas. Se consideraban portadores de una
“contracultura”, o cultura contraria a la de los “burgueses” convencionales,
aunque para muchos era evidente que el movimiento “hippie”, con sus modales
obligatorios e imitados industrialmente no dejaban de construir otra forma de
convencionalismo. Los “hippies” dieron, aunque no siempre, en organizarse en
comunas, viviendo de una forma sencilla y barata de la pequeña artesanía, sin
normas sociales o morales, en medio de
una absoluta o casi absoluta anarquía y promiscuidad. De ahí sus curiosas
relaciones tanto con los anarquistas como, por otra parte, con los ecologistas.
Muchos de ellos destrozaron sus vidas con las drogas, aunque hubo colonias de
“hippies” que trataron de buscar formas de comportamiento más sanas. Siempre
presumieron de pacifistas, aunque tampoco perdieron ocasión de molestar a la
sociedad “burguesa” y “establecida”. El movimiento “hippie” tuvo una
importancia grande a finales de los años 60 y durante los 70. La gigantesca
concentración de Woodstock, que reunió en una finca a 400.000 “hippies” de todo
el mundo fue la más espectacular demostración del movimiento”. [pp.178-179; en
José Luis Comellas, “Historia breve del mundo reciente. 1945-2004”. Ed. RIALPS s.a., Madrid, 2005.]
* * *
“Fruto del descontento con
respecto al orden establecido fue también el movimiento hippie. El
término viene de hip, una voz derivada del argot del jazz negro que significa “experimento”
o “sabio”.
El
antecedente de este movimiento debemos buscarlo en la Beat Generation.
En EE.UU., a comienzos de los años 50, en plena Guerra Fría, un grupo de
novelistas y poetas comenzó a reunirse para leer sus obras, deambular por los
barrios bohemios de San Francisco y Nueva York y emprender largos recorridos
por los caminos americanos. (...).
La revolución hippie se
produjo, sobre todo, en el ámbito de las costumbres, con la sustitución de la
familia por la comuna. Esta era una asociación en la que reinaba la libertad,
el mutuo acuerdo y el amor libre. En la comuna no existían las jerarquías o el
concepto de propiedad privada, todo era de todos, incluso los hijos. Se produjo
un giro copernicano en la concepción tradicional de la sexualidad; las
relaciones sexuales se convirtieron en la expresión natural de los afectos y en
una fuente de placer. En interés por el propio cuerpo desembocó en la búsqueda
de la felicidad, en el sentido de reposo espiritual, armonía interior, yoga,
etc. (...).
La juventud de los 60 dirigió sus
ojos y su espíritu a Oriente, a civilizaciones que tenían un concepto diferente
de la vida y del ser humano, lejos del rígido racionalismo de la sociedad
occidental. Muchos jóvenes peregrinaron, lejos del rígido racionalismo al
Tíbet, al Machu Pichu, Túnez o a
Marruecos en busca de alternativas espirituales. Las civilizaciones maya,
azteca e inca les dieron a conocer formas de comunicación no verbal y
telepática, a través del uso del peyote o de los hongos sagrados. La impronta
religiosa impregnó siempre el universo hippie (...). La comunicación con
la naturaleza revistió muchas veces en carácter místico. Defendieron la paz,
rindieron culto a la pobreza y se identificaron con los oprimidos y olvidados:
negros, indios, colonizados, etc.
Otros
elementos que definieron este movimiento fueron la pasión por la música y el
consumo de drogas. El rock and roll (fusion de ritmos: el blues y el country)
desplazó al jazz y adquirió un protagonismo decisivo, convirtiéndose en
al expresión de una nueva forma de vida caracterizada por el inconformismo. The
Rolling Stones, The Soft Machine, The Doors, solistas como Jimmy Hendrix, Janis
Joplin, Lou Reed, Bob Dylan o Joan Baez eran símbolo de esta época, de la que
ellos se hicieron portavoces.
El movimiento hippie desapareció a
comienzos de los 80. El sistema, el
consumismo y la sociedad de bienestar terminaron dirigiendo y domesticando los
elementos subversivos del hippismo. Anulados como alternativa política,
fueron reducidos a una simple moda. Pero algunas de sus aportaciones perduran
hoy día: la preocupación por la libertad, el derecho al uso del propio cuerpo,
la revalorización de la naturaleza y la búsqueda de la nueva vida”.
[pp. 40.42,
en : Patricia Bandenes Salazar, “La estética en la barricadas: Mayo del 68 y
la creación artística”. Ed. Universitat
Jaume I, Castellón, 2006]
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