LA GUERRA FRÍA EN AMERICA
LATINA
1.- El proyecto de John Kennedy para América Latina : la “Alianza para el Progreso”
“EEUU
intentó derrocar al régimen cubano con
el mismo modelo aplicado antes en Guatemala: éste fue el desembarco en Bahía de
Cochinos, en abril de 1961, una operación que en contraste con la anterior fue
caracterizada como “el fracaso perfecto”.La derrota de la operación, organizada
por la CIA con la cooperación de sectores del exilio cubano en Miami, fue
absoluta. Los invasores fueron en su mayor parte arrestados y liberados mucho
más tarde, en un canje por tractores. En las Naciones Unidas, el embajador
Adlai Stevenson tuvo que confrontar la condena de muchos gobiernos de América
Latina.
Esa
derrota indujo al presidente Kennedy a ofrecer ante los latinoamericanos una
alternativa que calificó como “revolución pacífica.” Este fue el programa de
Alianza para el Progreso que fue un proyecto diseñado para diez años con una
financiación de 20 mil millones de dólares a reformas para el desarrollo de
América Latina, principalmente en proyectos de vivienda, salud, educación y empleo.
La idea base del programa de Alianza para el Progreso era la de buscar a través
del desarrollo económico el freno a movimientos revolucionarios y la
consolidación de la democracia. Así quedó constituido el Comité Interamericano
de Alianza para el Progreso que realizaría su primera reunión general en el
invierno de 1961 en Punta del Este. El presidente Kennedy se involucró
personalmente en el proyecto y durante su gira en América Latina enfatizó los
beneficios futuros. Gran parte de la ayuda se destinaría a financiar
importaciones necesarias para la industria. Otras áreas prioritarias eran
agricultura, desarrollo rural y urbano. El modelo adoptado era el de préstamos
por programas, más tarde sustituido por el de préstamos por sectores.
La
tensión entre Cuba y Estados Unidos fue escalando: las acusaciones del gobierno
de Venezuela de interferencia cubana en asuntos internos y conexión directa con
las guerrillas que operaban en el interior montañoso del país, culminaron en
ruptura de relaciones y en la decisión de la Conferencia de la OEA en Punta del
Este, en enero de 1962, de expulsión del sistema interamericano. El bloqueo
económico se sumó al bloqueo diplomático del cual sólo México se abstuvo de
participar: fue el único país que no rompió relaciones con Cuba. Pocos meses
más tarde de la conferencia de OEA, un avión americano logró fotografiar los
emplazamientos de misiles de factura soviética. Esta crisis, que puso al mundo
en vilo y que llevó a muchos a pensar en el desencadenamiento de una tercera guerra
mundial, se resolvió finalmente en un acuerdo: la URSS accedió a retirar los
misiles, EEUU se comprometió a no invadir la isla. La sólida alianza de Cuba y
el campo socialista quedó confirmada el año siguiente durante la visita de
Fidel Castro a Moscú.
En lo que se refiere a
la Alianza para el Progreso, ella no logró sobrevivir mucho tiempo a su autor,
el presidente asesinado en 1963. Hacia 1965, se comprobaba una parálisis casi
general en todos las áreas de acción. El presidente chileno Eduardo Frei decía
que la alianza había empezado a “perder su rumbo.” Por otra parte, dos grandes
fracasos marcaron el fin del proyecto: dos de los países que habían recibido la
mayor ayuda, sufrieron rupturas institucionales: Brasil, con el golpe de Estado
de 1964 que inauguró un período dictatorial de 20 años, y República Dominicana,
invadida en 1965 por fuerzas de infantes de marina de los Estados Unidos
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