sábado, 30 de junio de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
miércoles, 13 de junio de 2012
Guerra Fría en CHILE
2.- LA GUERRA FRÍA en CHILE.
Informe de la Comisión del Senado de los EE.UU. (1975), que estudió actividades de inteligencia de los EE.UU.,
llamada“ACCIÓN ENCUBIERTA EN CHILE”.
La involucración de la acción
encubierta de los Estados Unidos en Chile en la década entre 1963 y 1973 fue
extensa y continuada. La Agencia Central de Inteligencia gastó tres millones de
dólares como esfuerzo para influir en el resultado delas elecciones
presidenciales chilenas de 1964. Ocho millones de dólares fueron gastados,
secretamente, en los tres años entre 1970 y el golpe militar en Septiembre
1973, con más de tres millones de dólares gastados sólo en el año fiscal 1972.
¿Qué compró en Chile la CIA con el dinero de
esta operación encubierta? Financió actividades cubriendo un amplio espectro,
desde simple propaganda manipuladora con la prensa hasta apoyo a gran escala de
partidos políticos chilenos, desde encuestas de opinión pública hasta
tentativas directas para fomentar un golpe militar. El panorama de actividades
"normales" de la Central-CIA en Santiago incluía la inserción de
materiales propagandísticos creados por la Central en los medios de
comunicación chilenos mediante el pago, apoyo directo a publicaciones, y
esfuerzos para oponerse a los comunistas y al ala izquierdista de las
organizaciones de estudiantes, campesinos y trabajadores. Por ejemplo, la CIA
gastó más de tres millones de dólares en un programa electoral en 1964.
Media década más tarde, en 1970, la CIA se empleó en otro esfuerzo
especial, esta vez como respuesta expresa al Presidente Nixon y bajo mandato de
no informar a los Departamentos de Estado o Defensa o Embajador acerca del
proyecto. La CIA intentó, directamente, fomentar un golpe militar en Chile. Se
entregaron tres armas a un grupo de oficiales chilenos que planeaban un golpe.
Comenzando con el secuestro del Comandante en Jefe del Ejército Chileno René
Schneider. Sin embargo, estas armas fueron devueltas. El grupo que
protagonizaba el fallido secuestro de Schneider, el cual resultó muerto,
aparentemente no era el mismo grupo que recibió las armas de la CIA.
Cuando
el intento de golpe falló y Allende fue proclamado Presidente, la CIA fue
autorizada por la Comisión 40 para financiar los grupos de Chile opuestos a
Allende. Los esfuerzos fueron masivos. Se gastaron ocho millones de dólares en
tres años entre las elecciones en 1970 y el golpe de Estado en septiembre de
1973. El dinero se suministró a organizaciones de comunicación, partidos
políticos de la oposición y, en cantidades limitadas, a organizaciones del
sector privado. Numerosas acusaciones se han hecho acerca de las actividades
encubiertas de los Estados Unidos en Chile durante 1970-73. Varias de ellas son
falsas; otras son medias verdades.
¿Estuvieron
los Estados Unidos DIRECTAMENTE involucrados, secretamente, en el golpe en
Chile de 1973? La comisión no ha encontrado evidencias de que fuera así. Sin
embargo, los Estados Unidos se esforzaron en 1970 para fomentar un golpe
militar en Chile; después de 1970 se adoptó una política manifiesta y
encubierta, de oposición a Allende; y continuaron en inteligencia los contactos
con militares chilenos, incluyendo los oficiales que participaron en el complot
del golpe.
¿Suministraron los Estados unidos secretamente apoyo a la huelga de
camioneros u otros huelguistas durante 1971-73? La Comisión 40 no aprobó ningún
tipo de apoyo. Sin embargo, los Estados Unidos entregaron dinero a grupos del
sector privado que apoyaba a los huelguistas. Y en al menos un caso, una
pequeña cantidad de dinero de la CIA se entregó a una organización del sector
privado, contraria a las reglas básicas de la CIA. ¿Proporcionaron los Estados
Unidos apoyo secreto a organizaciones terroristas del ala derecha durante
1970-73?
La CIA dio
apoyo en 1970 a uno de los grupos cuyas tácticas se volvieron más violentas con
el tiempo. Durante 1971 ese grupo recibió pequeñas sumas de dinero americano a
través de terceros partidos para fines específicos. Y es posible que el dinero
fuera entregado a estos grupos de la extrema derecha desde los partidos de la
oposición política que tenían apoyo CIA.
El modelo de acción encubierta de los Estados Unidos
en Chile es impresionante pero no único. No solo se alzó en un contexto de
política exterior Americana sino que también se involucraron secretamente en
otros países dentro y fuera de Latinoamérica. La escala de complicación de la
CIA en Chile fue inusual pero no quiere decir sin precedentes.
“En América Latina habían dos grandes
ejemplos. Cuba que había alcanzado el socialismo sin la intervención extranjera
y Chile que lo había alcanzado por la vía pacífica. Allende conservó la antigua
máquina gubernamental, el ejército, el sistema judicial.
Claro, todas nuestras simpatías estaban con este experimento, y por eso seguimos con mucha atención el caso chileno. Los rusos no tenían en Chile ningún apoyo que no fuese el del Partido Comunista chileno o de alguno que otro sindicato. Esto tenía un carácter emotivo, ideológico, pero no era una cosa concreta, material. Para ese entonces la URSS estaba muy agotada, y los norteamericanos tenían en Chile interese económicos muy fuertes.
Claro, todas nuestras simpatías estaban con este experimento, y por eso seguimos con mucha atención el caso chileno. Los rusos no tenían en Chile ningún apoyo que no fuese el del Partido Comunista chileno o de alguno que otro sindicato. Esto tenía un carácter emotivo, ideológico, pero no era una cosa concreta, material. Para ese entonces la URSS estaba muy agotada, y los norteamericanos tenían en Chile interese económicos muy fuertes.
A fines de 1971, a las costas chilenas llegaron los primeros tres barcos factorías, ‘Promyslovik’, ‘Sumy’ y ‘Yantar’. Eran fábricas flotantes, funcionaron hasta el mismo día del golpe entregando a los chilenos 17 mil toneladas de pescado congelado y 2,5 toneladas de harina de pescado. Allende apreciaba mucho la ayuda de estos barcos.
Durante la administración de Allende suministramos a Chile 3.100 tractores, y teníamos previsto construir una fábrica de producción de lubricantes, que empezaría a funcionar en 1975 para que en 1980 alcanzara tal nivel de producción que hubiera cubierto todas las necesidades del país.
Se habló de un crédito para el envío de armamento soviético, a petición de Salvador Allende —creo que lo pedía [el general] Prats. …Bueno, nadie pensaba cobrar estos créditos después.
… Porque ya se avecinaba la cosa trágica, y por los informes que se recibieron a través de la CIA —donde nosotros teníamos fuentes, ya que ellos eran siempre el objetivo número uno para nosotros —, teníamos datos seguros de que se produciría un golpe de Estado, que éste ya estaba prácticamente preparado. Entonces, para que no fueran tanques soviéticos los que salieran a la plaza y dispararan contra el Palacio de la Moneda, se dio a los barcos la orden de virar, de cambiar el rumbo y desembarcar el armamento en otros lugares, donde fue vendido.
Dentro de nuestras posibilidades comerciales, se envió aquí bastante comestible: trigo, cerca de 74.000 toneladas; más de un millón de latas de leche condensada, bastante carne congelada, lo que nosotros sacábamos de las relativamente parcas reservas que teníamos. En fin, se hizo lo posible. Pero no se puede decir que los dejamos a merced, porque realmente la correlación de fuerzas económicas, financieras, militares y todas las demás estaban en contra del gobierno de la Unidad Popular.
Pero ya no había nada que hacer. Además Allende no estaba de acuerdo con aplicar nuestras sugerencias, un cierto grado de violencia y firmeza. Lo quería hacer todo dentro de la democracia ”(Fuente: Nikolai Lenov, La Inteligencia Soviética en América Latina Durante la Guerra Fría. En Estudios Públicos Nº 73, verano 1999 Páginas 32-63. (Nicolai Llenov es General Soviético. Ex Vice director de la KGB o Comité de Seguridad del Estado de la ex URSS entre 1983 y 1991. Charla realizada en Centro de Estudios Públicos el 22 de septiembre de 1998.)
3.- El Plan Cóndor para América Latina
Plan Cóndor es el nombre que se le dio al plan de inteligencia coordinado
entre la CIA y las dictaduras militares que se encontraban en ciertos
países de Latinoamérica (Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y
Bolivia). Todo esto se creó para eliminar a los movimientos de izquierda de
estos países e intentar evitar otra posible revolución como la cubana, y de
esta forma (por medio del miedo y la violencia) condenar a estos países a estar
bajo el régimen capitalista el cual defendía EEUU y evitar que más países se
aliaran al bloque soviético.
En 1990 se encontraron en Paraguay unos papeles secretos que revelaban todos los actos cometidos por la policía política de ese país; dentro de esos papeles se habla de una reunión celebrada en Santiago de Chile a fines de 1975, coordinando acciones de represión entre todos los países de la región.
En el informe elaborado por el agente del FBI Robert Scherrer, de 1976 (integrante de la embajada estadounidense en la capital argentina, desde 1972) al director del FBI en Norteamérica, se hablaba de la existencia de este Plan Cóndor, con el fin de eliminar a enemigos políticos. En esta carta se nombraba a Chile como el centro líder del plan.
En un documento de la CIA con fecha del 23 de junio de 1976, se deja en claro que hubo una reunión en Buenos Aires a comienzos de 1974 donde se reunieren oficiales de Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia para ponerse de acuerdo con las acciones de represión.
Éste Plan Cóndor fue
uno de los tantos movimientos anti comunistas que existió en el mundo, la gran
mayoría de estos dirigido por la CIA para derrocar a los comunistas y mantener
el capitalismo en la región.
Nueva documentación sobre Uruguay en el Plan Cóndor
La
divulgación, en Washington, la semana anterior (setiembre de 2001), de
documentos secretos del Departamento de Estado referidos a las comunicaciones
del embajador en Buenos Aires sobre las persecuciones, torturas y asesinatos de
comandos militares uruguayos contra refugiados en Argentina
Los
documentos desclasificados, obtenidos por el chileno Carlos Osorio, responsable
de la búsqueda y clasificación de materiales sobre seguridad nacional en la
Universidad de Washington, ponen en evidencia el conocimiento que el gobierno
de Estados Unidos tenía sobre las actividades del Cóndor. Uno de esos
documentos, firmado por el embajador Robert Hill, informaba a su colega en
Montevideo, Ernest Siracusa, que "un grupo de uruguayos recientemente
secuestrados y luego liberados en la Argentina pudieron reconocer y nombrar a
oficiales de seguridad uruguayos que están desarrollando operaciones conjuntas
con oficiales argentinos contra los refugiados de una manera muy activa en
Buenos Aires". El embajador también informaba que "uno de los agentes
que coordinaba los operativos en la Argentina, Campos Hermida, fue entrenado
por la Oficina de Seguridad Pública de Estados Unidos y trabajó con Dan
Mitrione", el agente de la CIA ejecutado por los tupamaros en 1970.
Uno de los documentos divulgados por
Osorio revela que Campos Hermida participó en un curso de diciembre a abril de 1971 sobre investigaciones criminales y seguridad, en Estados Unidos; muchos de los agentes de inteligencia uruguayos que trabajaban con Campos Hermida también recibieron becas para especializarse en
"investigación de actividades terroristas". Se espera que en el correr de setiembre (2001) el Departamento de Estado proceda a desclasificar unos 5.000 documentos referidos a la represión en Argentina, donde habría abundantes referencias a la coordinación con Uruguay.
Osorio revela que Campos Hermida participó en un curso de diciembre a abril de 1971 sobre investigaciones criminales y seguridad, en Estados Unidos; muchos de los agentes de inteligencia uruguayos que trabajaban con Campos Hermida también recibieron becas para especializarse en
"investigación de actividades terroristas". Se espera que en el correr de setiembre (2001) el Departamento de Estado proceda a desclasificar unos 5.000 documentos referidos a la represión en Argentina, donde habría abundantes referencias a la coordinación con Uruguay.
Guerra Fría en América Latina
LA GUERRA FRÍA EN AMERICA
LATINA
1.- El proyecto de John Kennedy para América Latina : la “Alianza para el Progreso”
“EEUU
intentó derrocar al régimen cubano con
el mismo modelo aplicado antes en Guatemala: éste fue el desembarco en Bahía de
Cochinos, en abril de 1961, una operación que en contraste con la anterior fue
caracterizada como “el fracaso perfecto”.La derrota de la operación, organizada
por la CIA con la cooperación de sectores del exilio cubano en Miami, fue
absoluta. Los invasores fueron en su mayor parte arrestados y liberados mucho
más tarde, en un canje por tractores. En las Naciones Unidas, el embajador
Adlai Stevenson tuvo que confrontar la condena de muchos gobiernos de América
Latina.
Esa
derrota indujo al presidente Kennedy a ofrecer ante los latinoamericanos una
alternativa que calificó como “revolución pacífica.” Este fue el programa de
Alianza para el Progreso que fue un proyecto diseñado para diez años con una
financiación de 20 mil millones de dólares a reformas para el desarrollo de
América Latina, principalmente en proyectos de vivienda, salud, educación y empleo.
La idea base del programa de Alianza para el Progreso era la de buscar a través
del desarrollo económico el freno a movimientos revolucionarios y la
consolidación de la democracia. Así quedó constituido el Comité Interamericano
de Alianza para el Progreso que realizaría su primera reunión general en el
invierno de 1961 en Punta del Este. El presidente Kennedy se involucró
personalmente en el proyecto y durante su gira en América Latina enfatizó los
beneficios futuros. Gran parte de la ayuda se destinaría a financiar
importaciones necesarias para la industria. Otras áreas prioritarias eran
agricultura, desarrollo rural y urbano. El modelo adoptado era el de préstamos
por programas, más tarde sustituido por el de préstamos por sectores.
La
tensión entre Cuba y Estados Unidos fue escalando: las acusaciones del gobierno
de Venezuela de interferencia cubana en asuntos internos y conexión directa con
las guerrillas que operaban en el interior montañoso del país, culminaron en
ruptura de relaciones y en la decisión de la Conferencia de la OEA en Punta del
Este, en enero de 1962, de expulsión del sistema interamericano. El bloqueo
económico se sumó al bloqueo diplomático del cual sólo México se abstuvo de
participar: fue el único país que no rompió relaciones con Cuba. Pocos meses
más tarde de la conferencia de OEA, un avión americano logró fotografiar los
emplazamientos de misiles de factura soviética. Esta crisis, que puso al mundo
en vilo y que llevó a muchos a pensar en el desencadenamiento de una tercera guerra
mundial, se resolvió finalmente en un acuerdo: la URSS accedió a retirar los
misiles, EEUU se comprometió a no invadir la isla. La sólida alianza de Cuba y
el campo socialista quedó confirmada el año siguiente durante la visita de
Fidel Castro a Moscú.
En lo que se refiere a
la Alianza para el Progreso, ella no logró sobrevivir mucho tiempo a su autor,
el presidente asesinado en 1963. Hacia 1965, se comprobaba una parálisis casi
general en todos las áreas de acción. El presidente chileno Eduardo Frei decía
que la alianza había empezado a “perder su rumbo.” Por otra parte, dos grandes
fracasos marcaron el fin del proyecto: dos de los países que habían recibido la
mayor ayuda, sufrieron rupturas institucionales: Brasil, con el golpe de Estado
de 1964 que inauguró un período dictatorial de 20 años, y República Dominicana,
invadida en 1965 por fuerzas de infantes de marina de los Estados Unidos
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